Mudanzas y gatos

En  las alteraciones de la rutina, como es el cambio de ambiente que significa una mudanza, nuestras mascotas pueden sufrir estrés. Los gatos en concreto, pueden manifestarlo de distintas maneras, pero las más usuales son: agitación, agresividad, marcación de territorio, dilatación de las pupilas, perdida de pelo, deposiciones fuera del lugar de costumbre e higiene en exceso.

El estrés felino requiere tratamiento profesional como el de un veterinario, pídele consejo para saber cuál es la mejor manera de adaptar el animal al traslado de domicilio.

Ofrécele  lo que el más necesite en estas situaciones: un hogar calmado, repleto de paz y tranquilidad. Y para lograrlo, nada mejor que brindarle espacios en el hogar, que pueda transformar en refugios, donde podrá descansar, evadir los ruidos, las situaciones molestas y generadoras de tensión. Deja el dispositivo en que piensas transportarlo cerca, para que se habitúe a él.  Prepara las cajas, fuera del lugar que has preparado para el gato. Al llegar a la nueva casa, abre el transportador y deja que decida cuando salir, siempre ofreciéndole  primero, un lugar en el que se pueda sentir confiado.

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