Cuando ya tenemos claro que podemos llevar y que no en nuestras cajas de mudanza, y cómo organizarnos para ello…otra pregunta nos surge de inmediato; qué cajas debo utilizar? Cómo debo colocar mis enseres para que lleguen en perfectas condiciones a mi nuevo domicilio? cómo debo montar la caja de cartón? Por esta razón MUDANZAS LÓPEZ apunta algunos consejos útiles para este propósito:
- Es importante elegir una buena caja de cartón, una caja de cartón diseñada para hacer mudanzas y no una que no fue ideada para ello, como pueden ser cajas de detergente, cajas de electrodomésticos etc…
- Cuando montamos una caja de cartón, no debemos cruzar las solapas de la caja para ahorrar cinta adhesiva o tiempo, suelen desmontarse con la misma facilidad con la que se han montado.
- Si es una caja nueva, la sacaremos del paquete, la abriremos, cerraremos las solapas pequeñas primero y luego las grandes, encintaremos como mínimo una encintada logintudinal y otras dos tranversales.
- Es importante, que cuando llenemos las cajas de cartón (con el contenido que sea) siempre estén totalmente llenas. De no ser así, es posible que se hundan o se rompan las cajas al apilarse.
- Igualmente no es conveniente que se llenen demasiado hasta que se deformen, porque no facilita el apilado ni su transporte, al dejar de ser estables. Pueden caerse cuando se apilan.
- Dependiendo del contenido del mobiliario, utilizaremos un tipo de embalaje u otro, siendo el tipo de caja pequeña contra más pesado sea el contenido, o más grande si el contenido es voluminoso.
- Es importante indicar el contenido de las cajas así como numerarlas para tener un mejor control sobre ellas también es importante que en el caso que contengan, cristal o cualquier otro contenido que se pueda considerar delicado o muy delicado, se ponga con claridad \»Frágil\» de esta forma se le dará un trato preferencial.
- El hecho de embalar nos servirá para varias cosas, en primer lugar para que las unidades pequeñas se contengan o se agrupen en otras mayores, para que sea más práctica su manipulación, y en segundo lugar para proteger unidades pequeñas que puedan romperse o dañarse como vajilla, las copas, la cerámica y el cristal en general y que así su manipulación sea más segura.