No nos hacemos a la idea de la cantidad de objetos personales que poseemos hasta el temido día de la planificación de la MUDANZA. Abrimos armarios y cajoneras y descubrimos cosas que ni recordábamos que teníamos. Quizás sea un buen momento para desprendernos de algunas cosas a las que ya no damos uso, y aprovechemos la renovación que implica un cambio de domicilio. Pero si aún así tenemos cajas y cajas para llenar, la mejor manera de organizarse es organizarse con una buena LISTA DE CONTENIDO de todo lo que nos llevamos. Podemos elaborar listas de contenido por habitaciones o estancias y marcar las cajas con ETIQUETAS según esa clasificación, o bien hacer una clasificación por objetos y su utilización. Aunque parezca un trabajo engorroso, conoceremos en que caja tenemos cada cosa y nos evitará la angustia de buscar algo que necesitamos con urgencia, sin tener que abrir y desembalar todas las cajas. También es importante el ENUMERAR cada caja. Dando un número, nos da la facilidad de localizar rápidamente y controlar que se trasladan todas las cajas en todo momento.
